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LA OLA

Justo cuando pensaba que todo estaba más o menos tranquilo, viene La Ola, una vez más.


Resulta que esa calma era una mentira, una ilusión. Resulta que, en vez de estar todo yermo, estable, esta quietud es ese preciso momento antes de que La Ola te caiga encima. Resulta que estoy con el agua por las rodillas, la maya por los tobillos, en pelotas, y con la enorme sombra de La Ola a punto de venírseme encima y romperme todos los huesos.


¿Qué es La Ola?


La Ola es cualquiera de esos momentos en que la vida te da un sacudón y te arrastra hacia la orilla… para tener que empezar todo otra vez.

La Ola es cualquiera de esos momentos en que un cambio enorme te agarra de sorpresa. Una fuerza exterior, un giro del destino.


Cuando se te viene La Ola encima, tenés solamente dos opciones: surfearla, o dejar que te revuelque y haga con vos lo que quiera.



Hace algunas semanas (si no meses) que sentía cómo todo me era quitado: el disfrute, la calma, la capacidad de encontrar belleza en cada cosa y rincón, las ganas de socializar, la energía para embarcarme en las coloridas aventuras cotidianas que día a día nos sorprenden… Un malestar imposible de remover se me prendió a la piel. Puedo comparar estas semanas como el momento en el que el mar te jala los talones para formar La Ola, te chupa. Toda esa succión me arrastró lo bueno, lo cotidiano, lo real, y me dio miedo. Sabía que algo raro estaba pasando. Lo sentí… ¡Y me di cuenta! Y permanecí quietecito, atento, sin mover ni un pelo, sin resistir.

Después, por suerte después viene un poco de paz, ya no hace falta resistirse. La succión desaparece. Y lo mejor que podés hacer es posicionarte, porque ese es el instante antes de… antes de lo inevitable. En esos momentos estoy.



Por suerte, uno va creciendo un poco, y va desarrollando la sensibilidad suficiente para leer las señales (emocionales e internas, la mayoría) y andar un poco más preparado.

En mi vida me sacudieron millones de Olas. La mayoría me agarraron desprevenido, y por eso me costó volverme a levantar. Pero esta vez es distinto. ¡Un poco tarde, pero la veo venir!


La Ola se me avecina. El Cambio. El punto de quiebre. El Nuevo Comienzo.


Esta vez es distinto. Esta vez La Ola está conectada a mi deseo, y no –como otras veces– a esa suerte de capricho del destino fusionado con decantación. Esta vez La Ola nace desde mi interior, de leer mis ganas de estar “dónde”, “con quien” y “por qué”.


Esta vez tengo margen.


Esta vez puedo decidir si sumergirme debajo o saltarla.


Esta vez puedo elegir si quiero estirar los brazos para que me lleve en su torbellinezco envión, o si quedarme hecho una bolita en el fondo para que siga de largo.


Esta vez puedo administrar mi energía y dirección.


Esta vez puedo.


MI VIDA EN UN RENGLÓN

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