Lina me regaló esa frase una noche de Diciembre, asado de por medio.
Lina es una de las tantas maravillosas nuevas personas que conocí en los últimos 5 meses, en uno de los tantos maravillosos momentos que viví en los últimos 5 meses.
Y la frase se me impregnó.
Si el Alejandro de hace un año atrás viera al Alejandro de hoy a la mañana seguramente no lo reconocería, no sabría cómo se llega a este punto en tan solo un año.
Sí, estoy hablando de años porque el 2015 se me escurrió entre los dedos como la arena de la playa y no me dio un respiro como para hacer mi revisión final.
Pero ¿Cómo empezar?
Hace aproximadamente un año que abrí este Blog, algo tímido y algo asustado, como parte de un ejercicio de Coaching. Recién llegadito estaba de Perú, mi Primer Gran Aventura (visto desde mis ojos…).
Hace aproximadamente un año que todo lo que conocía y a todo lo que aspiraba murió. Y sentí esa muerte. Y fue dolorosa. Y pasó…
Hace aproximadamente un año que comencé a abrir los ojos a una nueva vida. Parpadeando, algo tímido y algo asustado – también -, como un bebé recién nacido.
HACE APROXIMADAMENTE UN AÑO QUE EMPECÉ A VIVIR.
Y, a partir de ese momento un torbellino de nuevas ideas (y otras no tanto), de cuestionamientos objetivos (y otros no tanto), de reflexiones y decisiones audaces (y otras no tanto), de momentos de gran valor (y otros no tanto), de apertura a la “magia del universo” (y un poquito más), se desató ininterrumpidamente, golpeándome y empujándome como una seguidilla de olas del mar en la orilla que nunca te dejan descansar…
Espuma y luego sal. Sal y luego espuma.
Arrastre y luego succión. Succión y luego arrastre.
Potencia y luego fragilidad. Fragilidad y luego potencia.
Momentos de absorción y luego momentos de expulsión. Momentos…
Una danza interminable en la que no se sujeta ni se suelta…
Había una vez un chico que NO SE DABA PERMISO. No se daba permiso a SER, a EQUIVOCARSE, a PROVAR, a SENTIR, a MIRAR EL MUNDO CON SUS PROPIOS OJOS.
Había una vez un chico SIN VOZ.
Había una vez un chico que NO SABIA QUIÉN ERA, y soñaba con salir a buscarse por el mundo, pero seguía encerrado en una torre con brujas y dragones y fantasmas.
Había una vez un chico encadenado en la obscuridad, que se creía maldito.
Y UN DÍA SE RESCATÓ EL SOLO.
Vengo a dar cuenta de todo esto en cómodas cuotas durante los últimos meses. Pero el mayor contraste me generó un espasmo justo estos últimos días, cuando mis viejos decidieron venir a visitarme a Colombia (y eso merece toooodo otro post a parte…).
WOW!! Y realmente quiero decir: WWWOOOOOWWWW!!!!
¡¡No puedo creer la persona en que me convertí!! ¡¡No puedo creer cuánto cambió mi vida… Y CUÁNTO CAMBIE YO!!!
Hoy en día comparto mis horas con gente de corazón cálido y sentimientos puros.
Hoy en día mi ambiente es amoroso y relajado.
Hoy en día la ansiedad se fue.
Hoy en día estoy alineado con mis PROPIOS valores, sin pedir permisos y sin negociar en nombre de evitar el conflicto.
Hoy en día SÉ quién soy y quién QUIERO SER.
Hoy en día puedo dar amor sin pedir nada a cambio.
Hoy en día mi misión es más clara y mis herramientas más eficientes.
Hoy en día reconozco que TODO ES UNA CONSTRUCCIÓN CONSTANTE y que se llega a todos lados desde la deconstrucción de los pasos a seguir.
Hoy en día mis Abrazos son con mayúscula.
Hoy en día mis No son Nos y mis Sí son Sis.
Hoy en día reconozco la belleza en cada rincón y el agradecimiento continuo se transformó en un hobbie inevitable, más que en una tarea.
Hoy en día mis susurros, mis silencios y mis risas tienen la potencia de un grito en el desierto.
Hoy en día confirmo que para encontrarse hay que perderse.
Hoy en día me siento orgulloso de responsabilizarme de mis menos y adueñarme de mis más, y trabajar en ello constantemente.
Hoy en día los blancos y negros son reemplazados por gris (un color totalmente subestimado…)
Hoy en día el positivismo aparente de la frase “Fresas… que la vida es crema” es tan natural para mí como el aire que aspiro y exhalo.
Y si el concepto de FELICIDAD no es solo algo mitológico, como venía sospechando hace algunas lunas, diría que es lo que estoy viviendo ahora…
…O: como estoy viviendo ahora.
Y, si alguien me preguntara “Cuál creo yo que es el secreto para la FELICIDAD”, le diría:
ENFRENTÁ TU MIERDA.
Y DESPUÉS PREGUNTATAE SI REALMENTE QUERÉS SER FELIZ.
NADA MÁS.
Un año!! Tan solo un año!! Por Dios!!
¿Quién iba a imaginar que iba a vivir y masticar todo esto?...
Lo único que tengo para pedirle al 2016 es ENERGIA para seguir cumpliendo todos mis sueños.
Así que: ¡¡FRESAS!... QUE LA VIDA ES CREMA!!
Y esto solo está empezando…