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EL HOMBRE COLLAGE


Si tuviera que describir mi Vida en un Renglón hoy mismo, sería:


“Voy en un tren en continuo movimiento, cambiando de asientos, caminando por los pasillos, mirando por la ventana de a ratos…”


El blanco, como la bruma de la mañana, se abrió. Y EL MIEDO, una vez más (como no podía ser de otra forma) me agarró desprevenido, estallándome en montones de pequeños fragmentos. Mi cuerpo dijo “basta” y mis pulmones se llenaron de una flema densa que no me dejaba respirar.


¿Qué pregunta será, esta vez, la que golpea mi puerta?


Se desdobló el tiempo. Se solapó como cuando uno hace coincidir los extremos de una hoja de papel. Y, saliendo de mi letargo consiente, entré en una pausa más profunda y difícil de controlar. Entré en Coma. Incapacitado absolutamente de siquiera percibir el “ahora” como un concepto posible.

Me golpearon, una y otra vez, recuerdos amargos, punzantes, como granizo en verano, como una lluvia de lava en invierno…


Lo vi jugando con las nubes otra vez, a distintas alturas, cambiándolas de posición, forma y densidad. Pero jamás creí que jugaría con todos nosotros de la misma manera…


Si tuviera que describir mi Vida en un Renglón hoy mismo, sería:


“La confusión es mi compañera, flexible y cansina, y la arrastro conmigo donde sea que voy”.


El blanco, como la bruma de la mañana, se abrió. Y me envolvió en la soledad más helada. Soledad absoluta. Por saberla eterna. Por reconocer que es la naturaleza de la raza humana. Por saber que es lo único innegable e inevitable. Y el resto es una ilusión…

La soledad es mi segunda compañera. Los tres jugamos a las cartas los días de lluvia…. Y casi siempre pierdo…


Lo vi cambiando de colores el cielo, pasando del sol a la tormenta en un segundo. Pero jamás creí que jugaría con nuestras emociones de la misma manera…


Si tuviera que describir mi Vida en un Renglón hoy mismo, sería:

“Fracasé en todo lo que NO hice y en lo que hice sentí nostalgia…”


El blanco, como la bruma de la mañana, se abrió. Y lo que encontré fue mi rostro en mil pedazos. EL HOMBRE COLLAGE. Una mezcla de recortes de revistas y dibujos a lápiz, acuarelas, crayones, y retazos de diarios.


Y tuve que verlos todos.


Eso me dijo la pausa.

Eso me mostró el tiempo solapado.

Eso me pidió la confusión.

Eso me demandó la soledad.

Eso vi desde la ventana del tren en movimiento.

Eso me susurró la nostalgia de lo que no hice y el orgullo de lo que sí.


Todos los fragmentos juntos. Todos distintos. Todas las piezas del rompecabezas. A distintas alturas, como las nubes. De diferentes colores, como el cielo.

Todo formando un incierto “ahora” que es demasiado abrumador como para percibirlo.


¡Y no cuestiono ninguna de las decisiones que tomé!

¡Y no dudo que me llevará a un mejor camino!


El blanco, como la bruma de la mañana, se abrió. Será hora de poner las piezas en orden…


Si tuviera que describir mi Vida en un Renglón hoy mismo, sería:


“Está todo bien, pero es difícil”

o

“Es difícil, pero está todo bien”.


MI VIDA EN UN RENGLÓN

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