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10 PADRES NUESTRO, 5 AVES MARIA...

Mientras se acerca la hora de publicar en mi facebook sobre este blog, se me estrangula el corazón.


Si bien hace ya unos cuantos días que está publicado, mis conocidos no estaban al tanto de su existencia. Los prejuicios se están haciendo más y más fuertes. MIS prejuicios, sobre lo que la gente opinará.


Como ya te conté antes, la urgencia de publicar este blog fue parte de un ejercicio de Life Coaching. Pero la idea, su concepción y desarrollo empezaron mucho antes, hace unos cuántos meses.


¿Qué me asusta? Bueno, lo obvio: ¡¿Qué dirá la gente?!


Ése es el objetivo de publicarlo HOY. Así, de sopetón. Con problemas de configuración (si lo estás mirando en tu celu los vas a ver) y todo…


Lo que me dejó pensando en por qué la gente opinaría mal de todo lo que estoy escribiendo y haciendo. Y la respuesta es simple: PORQUE ES RARO.


Es NORMAL esperar que un pibe de treinta y tantos salga de joda todos los fines de semana, a emborracharse y destruirse. Eso esta “bien”. Es NORMAL que un pibe de treinta y tantos esté casado y tenga un par de hijos. Eso está “mejor”. Pero que un pibe de treinta y tantos esté escribiendo sobre espiritualidad y desarrollo personal… ¡¡Dios nos libre!! ¡¡ES UN PECADO!!

¿Desde cuándo es un pecado querer ser la mejor versión de vos mismo? ¿Quién dijo que lo era?

Si le digo a mis amigos que me voy a anotar a un gimnasio para sentirme mejor, me entenderían. ¿Y si les digo que quiero hacer un taller de constelaciones familiares o irme el fin de semana largo, solo, a un retiro espiritual a Capilla del Monte?...


¿Por qué es un pecado?


Resulta que soy un pibe de treinta y tantos a quien toda la vida le interesó lo espiritual y el desarrollo personal… y también puedo salir a emborracharme un fin de semana, y también podría anotarme en un gimnasio, y también podría tener un hijo si es lo que quisiera. Y, de hecho, trabajo en un local comercial, como empleado. Pero eso no me quita derecho a ser todo esto otro de lo que hablo en este blog…


¿Es un pecado, entonces, estar en el proceso de algo?

¿Tengo que andar en bicicleta y vestido de hippie para que se “vea” normal?


No tengo que ser un cliché andante para que mis pensamientos (y mis escritos) tengan más o menos credibilidad. No tengo que andar profesando ni demostrando mi espiritualidad a gente que no le interesa. Y por eso mi búsqueda no es menos real.


Ahora, bien. Tengo que decir lo obvio: inconscientemente este post se convirtió en una justificación anticipada a las posibles reacciones de la gente.


Es que, una vez más, los peores prejuicios son los míos.

Y, como este es mi espacio para hacer catarsis… ¿qué más da? ¡Lo publico!


El que va a la Iglesia a contarle sus pecados al cura, va para que otro le diga qué y cuán mal está lo que hizo. Y, también, para que le dé la formula para “deshacerlo”.


Este es mi confesionario.

Esta es mi absolución.


MI VIDA EN UN RENGLÓN

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